EL PERFIL DEL PENTAGRAMA: Steven Tyler, por Eva Sion
Neoyorkino de nacimiento, pero con una
buena ensalada genética de diferentes procedencias en su sangre (italiana y
alemana, por parte de padre, polaca e inglesa en lo referente a la madre),
Steven Victor Tallarico, más conocido como Steven Tyler, llegó a este mundo un
26 de marzo de 1948. Ya desde su más tierna infancia la música tuvo gran
importancia en su vida pues su padre, Víctor Tallarico, director de orquesta
clásica, pronto comenzó a conducirlo por los armónicos caminos del pentagrama,
alimentándolo de las melodías clásicas y de los ritmos de blues, y haciéndole
estudiar en la Escuela Secundaria Cardenal Spellman del famoso barrio cosmopolita
del Bronx, tras lo que el joven Steven dio sus primeros pasos de instrumentista
aporreando la batería y luego gorjeando con sus cuerdas vocales en diferentes
grupos de rock, formando su primera banda, The
Strangeurs, que más tarde cambiarían el nombre por Chain Reaction, con solo
dieciséis añitos.
Steven coincidió con Joe Perry y Tom
Hamilton durante algunos de sus veranos juveniles y, cuando éstos formaron el
grupo de blues Jamb Band, llegaron a
actuar junto con Chain Reaction en
algún concierto y a Tyler comenzó a rondarle por la cabeza la idea de unir
ambas bandas, algo que llevarían a cabo en 1970. Pero Tyler no quería seguir
tocando la batería sino que sus pretensiones iban más allá y soñaba con llegar
a lo más alto, así que fichó a su amigo Joey Kramer para tal cometido y él se
dedicó a cantar y componer. Lo primero era encontrarle un nombre al grupo y,
tras barajar varios como “The Bananas”,
“Stit Jane” o “Spike Jones”, tuvieron la feliz ocurrencia de aceptar la propuesta
del bueno de Kramer a quien, escuchando un día un disco de Harry Nilsson, se le
ocurrió el nombre de “Aerosmith”. Más tarde la banda se completaría con el
fichaje de un guitarrista, Brad Whitford. Todo esto ocurría allá por 1971.
Durante los siguientes años llega un periodo de éxitos
que lanzaron al grupo hasta las más altas cimas de la fama mundial consiguiendo
cinco discos de platino con sus primeras grabaciones: “Aerosmith” (1973), “Get You
Wings” (1974), “Toys in the Attic”
(1975), “Rocks” (1976) “Draw
the Line” (1977), y hacia las más profundas simas de la degradación,
conceptos estos que suelen ir bastante unidos.
Aunque prácticamente todos los miembros de
la banda se hicieron adictos a los vuelos sin motor de los estimulantes, por
suavizarlo algo, Tyler tenía una especial relación con el alcohol y la heroína
que le dejaba poco tiempo para otras cosas. Hasta tal punto llegó esta
situación (a Perry y a él les llamaban “los gemelos tóxicos”), que el grupo
estuvo al borde de la disolución: Joe Perry se largó para aventurarse en un
proyecto individual y Brad Whitford también siguió su propio camino, ambos
fueron reemplazados por Jimmy Crespo y Rick Dufay, llegando la denominada
“época oscura” de Aerosmith que duró cinco años, desde 1979 hasta 1984, durante
la cual su música pasó bastante desapercibida.
Tyler, bastante perjudicado por la evolución
de su existencia y añorando aquello de “cualquier tiempo pasado fue mejor” en
compañía de sus amigos, llamó a Whitford y a Perry para convencerles de su vuelta
al grupo y ellos aceptaron y realizaron un gira llamada “The Back in the Saddle Tour”, al final de la cual convencieron a
Tyler para que se sometiera a una terapia de desintoxicación.
Era el año 1986. Para entonces ya tenía
dos hijas de ocho y nueve años engendradas con diferentes madres. La pequeña,
Mia, hija de Cytinda Foxe, una modelo ex esposa del cantante David Johansen,
con quien Tyler se casó en 1978, y la
mayor, Liv, hija de una groupie de Aerosmith, la modelo Bebe Buell, quien no
quería que su niña tuviera a un drogadicto por padre por lo que al nacer la
inscribió en el registro como hija biológica del que era realmente su marido,
Todd Rundgren, otro músico de rock, y es que estas muchachas no escarmentaban… La
pequeña Liv Rundgren, aunque todos la conoceréis bastante mejor por Liv Tyler,
la elfa Arwen “Undómiel” de El Señor de
los Anillos, vivió sus primeros nueve años feliz y contenta con el padre
que le habían impuesto hasta que, caprichos del destino, en un concierto de
Aerosmith ambas se encontraron, se miraron y pensaron: “¡pero si somos casi
iguales!” y se descubrió el pastel… Desde entonces Liv y Mia son casi
inseparables.
Bajo la dirección de Tim Collins la banda
tomó un nuevo impulso y si el primer disco de la nueva era no tuvo demasiado
éxito: “Done With Mirrors”, sin
embargo, tras la colaboración con Run-DMC
en un remake de un antiguo éxito de Aerosmith, “Walk This Way”, todo cambió sustancialmente. Tras de ello llegaron
“Permanent Vacation” (1987), “Pump” (1989) y “Get a Grip” (1993) que les permitieron ascender de nuevo a lo más
alto y llenarse los bolsillos con los beneficios de las ventas y las
actuaciones en directo. Fueron diez años agotadores que dejaron sin fuerzas a
los componentes de la banda y se comenzaron a oír rumores de separación, no
solo del grupo, sino así mismo en relación a la vida privada de Tyler quien,
tras separarse de Cyrinda Foxe, se había casado en 1988 con una diseñadora de
ropa llamada Teresa Barrik. Sin embargo, lo referente a la banda todo quedo en
eso, rumores. Pero lo del trabajo duro le costó el puesto al severo Tim, y es
que no se puede trabajar tan duro…
Desde entonces Aerosmith se ha ido
manteniendo, más o menos, en el estatus conseguido como una de las mejores
bandas de rock, grabando cinco discos más: “Get
a Grip” (1993), “Nine Lives”
(1997), “Just Push Play” (2001), “Honkin’ on Bobo” y el último, hasta
ahora, “Music from Anther Dimension!”
en el año 2012. Pero la edad no perdona… Y un aviso ya lo tuvo Tyler en 1998 cuando la caída de un
pie de micrófono le causó una rotura de ligamentos en la rodilla, por ello en
el vídeo de “I Don’t Want to Miss a Thing”
se le ve con un largo abrigo que intenta disimular la escayola, pero, si os
fijáis bien y no os perdéis con los trozos de película “Armageddon” donde, por cierto, aparece su hija Liv junto a Bruce
Willis, en un momento se le abre el faldón y se le ve la pierna derecha
totalmente blanca…
Tuvo otros dos hijos: una niña, Chelsea, y
un niño, Taj, y se divorció de Barrik y se volvió a comprometer con otra modelo,
Erin Brady… se ve que le va lo de la ropa... Sin embargo el cuerpo, por muy
preparado y entrenado que se mantenga, no puede con el paso del tiempo y más si
vas recayendo una y otra vez en la lotería de las drogas y demás abusos, y así
vimos que en el 2006 le tuvieron que operar de la garganta, aunque tras unas
pocas semanas de descanso volvió a los escenarios; también en los últimos años
le sometieron a varios tratamientos contra la hepatitis B y C… Y en estos
últimos tiempos todo se le acumula y ha ido de tropiezo en tropiezo, pero a sus
66 primaveras Steven Tyler parece tener cuerda para rato y nos ha prometido su
primer disco en solitario… Esperaremos…
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