LA LETRA Y LA MÚSICA: Bohemian Rhapsody, por Eva Sion


Mito del rock y líder carismático, Freddie Mercury, nacido en el seno de una familia parsi seguidores de Zarathustra, en una pequeña ciudad de la lejana índica isla de Zanzíbar, con el nombre persa de Farrokh Bulsara, era un hombre contradictorio, un ser dinámico, creativo, sensible y en constante ebullición, quien dejó, dentro de su inmensa herencia creativa, una canción legendaria y misteriosa, la cual, interpretada por su banda Queen, llegaría a ser uno de los mayores éxitos de la música rock a nivel mundial, me refiero a “Bohemian Rhapsody”. Un tema “intrigante y original y digno de trabajarse”, según Brian May, otro de los miembros del grupo y amigo de Freddie, un tema que encerraba en sí mismo gran parte de la ideología y el individualismo de aquellos jóvenes rockeros que pretendían elevar su música al nivel del arte clásico.
Por aquellos tiempos, sobre 1975, Mercury venía manteniendo una relación de pareja de siete años con Mary Austin viviendo juntos en West Kensigton, sin embargo ese año conoció con más intimidad de la esperada a un ejecutivo de Elektra Records haciendo evidente su homosexualidad, lo que dio fin al vínculo amoroso con Mary, la mujer que Freddie siempre consideraría como su única amiga y su esposa y a la que dedicó muchas de sus canciones entre la que destaca “Love of My Life”:


Por todo ello, a pesar de las muchas especulaciones que sobre el sentido de la letra de “Bohemian Rhapsody” se han llevado a cabo, y teniendo en cuenta que la única persona que podría desvelarnos la verdad ya no está entre nosotros, me gustaría creer que ésta fue escrita, ni más ni menos que como un acto de amorosa contrición, pero sin vuelta atrás, uno de esos momentos de la vida en los que no hay regreso y se debe afrontar lo que venga y como venga, y todo cambia, todo se transformar y tú dejas de ser tú en alguna forma para convertirte en un ser diferente y nuevo.
La canción consta de seis partes (Introducción, Balada, Solo de guitarra, Ópera, Rock y Coda) durante las cuales se va contando una especie de asesinato cometido por un joven que debe alejarse y dejarlo todo. En la Introducción el narrador, un “pobre chico”, debate, cantando a capela, sobre si la vida es real o una simple fantasía, pero asegura que no necesita compasión porque él es así, “tan fácil como vengo me voy… ni muy alto, ni muy bajo”…:

Is this the real life?
Is this just fantasy?
Caught in a landside,
No escape from reality
Open your eyes,
Look up to the skies and see,
I'm just a poor boy, I need no sympathy,
Because I'm easy come, easy go,
Little high, little low,
Any way the wind blows doesn't really matter to me,
to me.


¿Es esto la vida real?
¿es solo fantasía?
atrapado en un corrimiento de tierras,
sin escape de la realidad,
abres los ojos,
miras a los cielos y ves,
solo soy un pobre chico,
no necesito compasión,
porque tan fácil como vengo me voy…
ni muy alto, ni muy bajo,
de todas formas el viento sopla,
no es algo que realmente me importe, a mí.

Y es que al final impera la visión fatalista de la vida, como diciendo que las cosas son así y nada puede hacerse para evitarlo. No es una disculpa, aunque lo parezca, sino que ha ocurrido y ya está, lo que está hecho, hecho está… Curiosamente, aunque en el vídeo veamos los rostros de los cuatro componentes de Queen cantando, todas las voces son la de Freddie Mercury en cuatro bandas superpuestas.
El piano de Mercury, el bajo de Deacon y la batería de Taylor acompañan en la balada a la voz de Freddie y en ella el muchacho confiesa a su madre que “acaba de matar a un hombre” con “una pistola en la cabeza” lo que arruinará su vida:

Mama,
Just killed a man,
Put a gun against his head, pulled my trigger,
now he's dead
Mamaaa, life had just begun,
But now I've gone and thrown it all away
Mama, oooh,
Didn't mean to make you cry,
If I'm not back again this time tomorrow,
Carry on, carry on as if nothing really matters

Too late, my time has come,
Sends shivers down my spine, body's aching all
the time
Goodbye, everybody, I've got to go,
Gotta leave you all behind and face the truth
Mama, oooh
I don't want to die,
I sometimes wish I'd never been born at all.

Mamá, acabo de matar a un hombre,
le puse una pistola en la cabeza,
apreté el gatillo, ahora está muerto.
Mamá, la vida acababa de empezar,
pero ahora me he vuelto loco y la he tirado a la basura.
Mamá, no quise hacerte llorar,
si no estoy de vuelta mañana a estas horas,
continua, continua como si nada importara.
Demasiado tarde, mi hora ha llegado,
manda escalofríos por mi espalda,
el cuerpo duele todo el tiempo.
Adiós a todos, tengo que irme,
dejaros a todos atrás y afrontar la verdad.
Mamá -desearía que soplara el viento-,
no quiero morir,
de vez en cuando desearía no haber nacido nunca.

Quiero descubrir en estas palabras el verdadero sentido de las mismas escondido en las imágenes que se pretenden  proyectar, como  cuando se dirige a la madre puede que realmente lo haga a su amada, Mary, o que el hombre asesinado sea él mismo y la pistola el descubrimiento de su homosexualidad, algo definitivo que tenía que llegar y que va a durar por lo que no hay regreso, a pesar del dolor, solo el adiós a todo lo que antes fue… Mercury había despertado a una nueva sexualidad…
Y  Brian May  hace hablar a su guitarra la cual nos va relatando el viaje del muchacho hacia un nuevo horizonte, hacia un nuevo mundo que llegará con el descenso operístico y dantesco a los infiernos preludiados por unos acordes del piano que nos conducen hasta un estado tumultuoso, inquietante, repleto de figuras y personajes que se disputan el alma del protagonista:

I see a little silhouetto of a man,
Scaramouch, Scaramouch, will you do the Fandango!
Thunderbolts and lightning, very, very frightening me
Galileo, Galileo
Galileo, Galileo
Galileo, Figaro - magnificoo
I'm just a poor boy nobody loves me
He's just a poor boy from a poor family,
Spare him his life from this monstrosity
Easy come, easy go, will you let me go
Bismillah! No, we will not let you go
(Let him go!) Bismillah! We will not let you go
(Let him go!) Bismillah! We will not let you go
(Let me go) Will not let you go
(Let me go)(Never) Never let you go
(Let me go) (Never) let you go (Let me go) Ah
No, no, no, no, no, no, no
Oh mama mia, mama mia, mama mia, let me go
Beelzebub has a devil put aside for me, for me,
for me.


Veo una pequeña silueta de un hombre,
Scaramouche, Scaramouche, ¿montarás un fandango?
Rayos y centellas, me asustan mucho, mucho.
-Galileo- Galileo
-Galileo- Galileo
Galileo, Figaro, magnífico.
Solo soy un pobre chico y nadie me quiere,
es solo un pobre chico de una familia pobre,
perdona su vida de esta monstruosidad.
Lo que viene fácil, fácil se va, ¿me dejarás irme?
Bismillah! (en nombre de Dios, en árabe)
No, no te dejaremos marchar. -¡Dejadlo marchar!-
¡Bismillah!
No, no te dejaremos marchar. -¡Dejadlo marchar!-
¡Bismillah!
No, no te dejaremos marchar. -¡Dejadme marchar!-
no te dejaremos marchar. -¡Dejadme marchar!-
no te dejaremos marchar. -¡Dejadme marchar!-
Ah, no, no, no, no, no, no, no, no.
-Oh, madre mía, madre mía- Madre mía déjame marchar,
Belcebú tiene un diablo puesto aparte para mí, para mí.

Es la expresión de los sentimientos encontrados, de esa sexualidad reprimida que se intenta definir, de la lucha constante entre los roles sociales de lo correcto y lo incorrecto, entre el deseo y el deber, entre el amor y la desazón, entre lo masculino y lo femenino establecido mediante el contraste entre voces graves y agudas…


Y el hombre surgido de las tinieblas se enfrenta a la mujer amada y le comunica su rotunda decisión haciéndole saber que ya no hay regreso… Mary Austin está a partir de ese momento liberada de cualquier obligación y puede seguir su vida totalmente libre porque Freddie se declara abiertamente homosexual:

So you think you can stop me and spit in my eye
So you think you can love me and leave me to die
Oh, baby, can't do this to me, baby,
Just gotta get out, just gotta get right outta here

Así que crees que puedes machacarme y escupirme en el ojo
Así que crees que puedes quererme y dejarme morir,
Oh, nena, no puedes hacerme esto a mí, nena,
solo tengo que salir, solo tengo que salir directo de aquí.



El círculo se cierra volviendo al inicio, pero ahora ya con la resignación conquistada, “ya nada importa” y a fin de cuentas la vida sigue su curso, queramos o no… “el viento sopla”…

Nothing really matters, Anyone can see,
Nothing really matters,
Nothing really matters to me
Any way the wind blows...

En realidad nada importa,
cualquiera puede verlo,
en realidad nada importa,
en realidad nada me importa,
de todas formas, el viento sopla.



Cuando Freddie Mercury supo que estaba enfermo de SIDA, Mary fue la primera persona en saberlo y ella, a pesar de estar casada y de ser madre de dos hijos, estuvo a su lado día tras día hasta el final. Tras su muerte, en 1991, cuyo momento él mismo decidió negándose a tomar la medicación cuando su cuerpo estaba tan deteriorado que ni siquiera podía levantarse de la cama, Mary heredó gran parte de la inmensa fortuna de Mercury.


Comentarios

Entradas populares de este blog

LOS CLÁSICOS DIVERTIDOS: La tesis de Nancy, de Ramón J. Sender, por Ancrugon

CATORCE VERSOS: El Marqués de Santillana, por Ancrugon

EL PERFIL DEL PENTAGRAMA: Steven Tyler, por Eva Sion